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La Cultura Popular Toma el Parlamento de Colombia

Originalmente publicado en La Coctelera el 30-Octubre-2008

Este artículo lo publiqué en el nº 34 de primavera 2008 de Fiestacultura

El Foro Internacional de Visibilidad de la Cultura en el marco del Festival Invasión Cultural a Bosa – Bogotá

Será una experiencia difícil de olvidar la emoción que sentimos un grupo de artistas y gestores de la cultura al pasar un día entero en la sala de sesiones de la Cámara de Representantes del Congreso de Colombia para expresar nuestros puntos de vista y experiencias en torno a las artes y la cultura popular. Se trataba de que por un día la cámara baja del Congreso colombiano se transformase en eco de las voces de la gente de la cultura en lugar de los debates políticos habituales. El experimento para dar visibilidad a la cultura desde el centro mismo del poder político de Colombia se hizo realidad con el apoyo de la retransmisión televisiva en directo, para todo el país, de las siete horas ininterrumpidas que duró el debate.

En la tribuna del Parlamento de Colombia con Venus Albeiro Silva

El Foro Internacional Visibilidad de la Cultura tuvo lugar el 27 de Noviembre dirigido por el director de teatro, agitador social y Representante de la Cámara Venus Albeiro Silva -en España sería Diputado del Congreso-. Durante la sesión hablaron personas destacadas de las artes y la cultura de Colombia así como un grupo de invitados de Cataluña, Valencia, Madrid i Euskadi. En las intervenciones se pudieron oír las opiniones de gente tan reconocida como la directora del Festival Iberoamericano de Bogotá Fanny Mickey, el director de festival de Manizales, Octavio Arbalaez, o la directora del festival de Santa Marta, Patricia Moreno. También artistas como Jorge Vargas, director del mítico grupo de teatro callejero Teatro Taller de Colombia o la directora del teatro Tecal.

Samper, Gaviria y Venus Albeiro durante la Jornada

Una amplia participación de políticos dijeron la suya en la tribuna del Congreso de la República. El ex-presidente de Colombia, Ernesto Samper, explico cómo fue el proceso de creación del primer Ministerio de Cultura durante su presidencia. El presidente del Polo Democrático -el primer partido de la oposición- Carlos Gaviria explicó las líneas principales de la política cultural que llevará a cabo si gana las elecciones presidenciales. Por lo que dijo, y si lo cumple, realmente sería deseable que fuera el próximo presidente de Colombia. También estuvieron el nuevo alcalde electo de Bogotá, Samuel Moreno, también del Polo Democrático, y la ministra de cultura del gobierno actual, Paula Marcela Moreno.

La Legitimidad de las Artes y su Instrumentalización

Publicado originalmente en La Coctelera el 18-Febreo-2006

En momentos de flaqueza, una de los cuestionamientos que más nos hacemos los que trabajamos en la cultura gira alrededor de la necesidad de las artes. A este reto me respondo: las artes son un elemento fundamental para el desarrollo humano, nos hacen ser creativos, emocionales, sensitivos, sensibles, imaginativos, etc., etc. Pero, sobre todo, nos permiten soñar. Dicho propiamente, las artes tienen legitimidad por si mismas.

Pero no me permito detenerme en este principio, por si solo se queda incompleto. Hay que ir más lejos, y definir como tiene que ser la cultura. Para mi la cultura tienen que ser accesible a todo el mundo, participativa y contemporánea (véase creativa). Estos valores son indisociables a una idea progresista del arte cuando considerara que la cultura es reflejo de la sociedad.

Cunado nos referimos a los valores instrumentales de la cultura, nos referimos a la cohesión social, la integración, el desarrollo económico (trabajo, turismo, riqueza, etc), la educación, etc. Objetivos importantísimos por ellos mismos pero que no deben condicionar el trabajo artístico. Por el mismo motivo hay que considerar las artes por ellas mismas y no por su valor instrumental. En el caso que las razones instrumentales se prioricen la creación artística pierde vigor, se banaliza, se degrada, se traspasan los límites de la creación para pasar a la cultura del espectáculo y del show-bussines. Se potencian los macro eventos, las políticas artístico-sociales de baja calidad y el diletantismo de la gestión cultural. En España esta ha sido la situación desde que se desvaneció el impulso creativo de los 70s.

Desgraciadamente la mayoría de políticos solo entienden los argumentos instrumentales. Lástima.

Existen, y lo vemos a diario los que trabajamos en el mundo de la cultura, casos extremos de instrumentalización de la cultura por parte de algunos políticos e instituciones. Esto tiene mucho que ver con el importante déficit de cultura democrática que padece nuestro país en las instituciones y la sociedad. La instrumentalización política se nutre de malas prácticas: amiguismo, clientelismo, corporativismo, uso interesado, etc. de las cuales tanto participan los políticos como los artistas, los gestores y los colectivos culturales. La falta de transparencia, las subvenciones otorgadas sin criterios objetivos por personas sin capacidad, la no evaluación de los proyectos culturales, los déficits encubiertos, el nombramiento a dedo de los directores de las instituciones culturales y un largo etcétera son ejemplos de estas malas prácticas. Pero, el caso más grave se produce en el momento en que el artista reduce su capacidad crítica y se adapta a lo que la institución quiere oír.

La solución pasa por que a todos los niveles de la sociedad se incremente la cultura democrática. Pero esta es una solución a largo plazo. En el camino hay que intentar distanciar la cultura de la política. Los Consejos de las Artes y la gestión de proyectos culturales por estructuras independientes sin ánimo de lucro son el mejor modelo.

Hay que explicar a los políticos y a la sociedad la legitimidad del arte por si mismo y no por sus beneficios instrumentales. En general, los políticos no saben porque dan dinero a la cultura y hay que explicárselo. Para esto hay que crear plataformas independientes en que se abogue por una cultura creativa e independiente, y se denuncien los abusos de manipulación e instrumentalización de la cultura.

Cultura Popular y Cultura de Élite

Publicado originalmente en La Coctelera el 31-Enero-2006

Históricamente ha habido una clara diferenciación entre el “arte” (entre comillas), la alta cultura, y otros muchos nombres que se le ha querido nombrar, y la cultura popular. El primero proviene (siempre históricamente) de la aristocracia, el clero, la gente ilustrada y el segundo del vulgo; de las capas mas bajas de la sociedad. El primero se ha aprendido en los libros y las escuelas, se ha estudiado y analizado exhaustivamente. Han surgido críticos, profesores, carreras universitarias, museos para preservar las obras y grandes equipamientos culturales para mostrarla y desarrollarla. El segundo se le ha relacionado con la tradición, el folclore y la artesanía, y apenas se le ha reconocido como “arte” por parte de los dirigentes de la sociedad.

El primero ha ido evolucionando en el devenir de los años. El que se realiza en la actualidad lo llamamos arte contemporáneo. El segundo también ha evolucionado, se ha ido reinventando y se le sigue llamando cultura popular, tradicional y, ahora, arte urbano.

Los movimientos sociales del siglo 20 han generado sociedades más igualitarias (o al menos el ansia de conseguirlas) La democracia empapa nuestros deseos y la participación de toda la sociedad en la toma de decisiones la consideramos como el ideal irrenunciable a conseguir. La democracia lo empapa todo aunque todavía vemos las injusticias, las desigualdades y las manipulaciones de los que toman el poder en nombre de la democracia. El modelo no ha llegado todavía a ser perfecto.

En esta situación histórica se hace difícil sostener que todavía exista esta diferencia entre estos dos conceptos de creación artística ¿Cómo el mundo de la cultura, que debería ser el primer sustento de estos ideales de igualdad puede mantener estos dos conceptos contrapuestos en su seno?